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La Parroquia de la Inmaculada, el corazón de la Vasco de Quiroga

Por Asaid Castro/ACG

Morelia, Michoacán.- Ocupando una cuadra junto con el Mercado Municipal Vasco de Quiroga y la Escuela Primaria México, la Parroquia de la Inmaculada Concepción destaca no solo por su arquitectura contemporánea, sino también por los múltiples espacios que integran la fe y la vida social del barrio.

Desde su origen como humilde ermita en 1943, tras el nacimiento de la colonia Vasco de Quiroga, y a partir de 1976 que concluyo su construcción como parroquia, ha evolucionado hasta convertirse en el corazón espiritual de la misma colonia, concentrando hasta hoy a morelianos en la cenaduria que se resguarda bajo el recinto, y por supuesto, el templo.

Segun un propio periodico de la Parroquia, fechado en 2008, describe que la fachada del templo, con su inusual forma de hipérbola, evoca el manto protector de la Virgen María. En un principio, contaba con una gran vidriera de 110 m², obra del artista Bert Glauner, que decoraba la parte superior. Hoy, es un vitral colorido enfocado en la narrar la concepción de la Virgen.

Uno de los elementos que más sorprendía a quienes recibía el interior del templo, era el crucifijo qué permanecía suspendido en el presbiterio, “El Cristo que no es bonito” hoy descansa en los salones donde se imparte el catecismo. Nombrado así por su aspecto tan peculiar, fu consebido con una técnica de desconstructivismo. La escultura buscaba transmitir el dolor y la angustia del crucificado, desafiando las formas tradicionales y provocando opiniones encontradas en quienes lo observan. Hoy, uno más “tradicional” ocupa su lugar.

Debajo del templo, la cenaduría se ha convertido en mucho más que un simple espacio de servicio. Este lugar actúa como punto de encuentro comunitario, fortaleciendo el lazo entre vecinos, y ofreciendo comida tipica desde enchiladas, hasta tradicionales sopes y quesadillas fritas.

La historia de la colonia Vasco de Quiroga añade un matiz fascinante. Fundada en 1907, esta área vio nacer a familias trabajadoras y humildes. Originalmente, sus calles se numeraban y más tarde se renombraron en homenaje a Don Vasco de Quiroga, reflejando el compromiso con los oficios y tradiciones que él promovía.

“Curtidores de Teremendo”, “Colcheros de Parangaricutiro” y “Tejedores de Aranza” son algunos de los nombres de calles aledañas al la Inmaculada.

Diversas empresas y espacios culturales han pasado por sus terrenos, desde antiguas fábricas y estaciones de radio hasta complejos deportivos y mercados municipales. Estos hechos enriquecen el legado histórico del barrio y muestran cómo la zona ha sabido adaptarse a los tiempos, sin perder su identidad popular.

El templo mismo guarda en sus muros la huella del esfuerzo colectivo. Iniciado como una capilla sencilla, la obra se ha ampliado con el tiempo gracias a la labor de diversos párrocos, como su principal, el padre Francisco Sierra Nieto y el compromiso de la comunidad, quienes han permitido que el espacio también albergue celebraciones culturales y eventos sociales.

Cada 8 de diciembre, la parroquia se llena de vida en celebración de la Inmaculada Concepción. Los novenarios, procesiones y festividades refuerzan la identidad del barrio, incluyendo al famoso “Dragon de la Inmaculada”, un mecatronico que representa un pasaje del libro de Apocalipsis.

Información basada en documentos y textos históricos propios de la parroquia, con referencias a material periodístico de 2008. Fotos Asaid Castro/ACG