La Página
Ciudad de México.-En el país 15 millones de familias con economía mixta y 5 millones de trabajadores que no están afiliados a ningún instituto de vivienda, tienen mínimas o nulas posibilidades de adquirir una, situación que los coloca con pocas posibilidades de mejorar sus condiciones de vida; por ello, es necesario cambiar la política de financiamiento y de construcción de vivienda; por una, incluso, que sea acorde con las nuevas exigencias sanitarias, tanto en el país como en Michoacán, indicó Carlos Torres Piña, Presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados.
La construcción de vivienda popular en el pasado, se basó en un modelo corrupto de negocios entre constructoras y funcionarios de gobierno, al ubicarlas en terrenos económicos alejados de las ciudades, con pocos servicios, sin seguridad, escuelas y mercados en las cercanías, donde el traslado a los centros trabajo implica un gran pérdida de tiempo, razón por la cual están abandonadas 5 millones de casas en todo el país.
Esas 5 millones de familias que pagan una casa en la que no viven, lo más probable es que se sientan defraudadas.
Adelantó que para 2021 viene un fuerte incremento para vivienda popular ya que pasará de mil 400 millones a 4 mil 700, lo cual permitirá atender necesidades de vivienda que hay en el país. La construcción detonará la generación de empleo, sólo que se buscará que se no reproduzcan los vicios del pasado.
Torres Piña, quien se define como un buen soldado que está al servicio del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de la 4T, explicó que ese modelo rapaz de construcción de vivienda popular no puede continuar, tampoco el tipo de fraccionamientos y casas que no son amigables con la salud y el medio ambiente, ya que el espacio de la vivienda es mínimo, no hay jardines ni espacios de recreación, por eso es necesario cambiar la política y la regulación en la construcción de vivienda, con el propósito que en adelante la vivienda sea más amplia, tenga mejores condiciones de habitabilidad en un entorno más acorde con la naturaleza.
Ante estos nuevos retos, consideró necesario cambiar el modelo de financiamiento en donde no sea la gran rentabilidad el motor de la construcción, sino satisfacer necesidades sociales, porque recordemos que el Gobierno de la República no se no se guía con los principios neoliberales de la rentabilidad financiera como fin, sino con la fuerza de los principios de la justicia.
A través de esquemas hipotecarios, la nueva política de vivienda también debe generar oportunidades, para los connacionales que envían remesas con el fin de generar un patrimonio en México, señaló el legislador michoacano.
El reporte del Banco de México indica que entre enero y agosto del año en curso se recibieron remesas por 26 mil 395 millones de dólares, un 9.35% superior con relación al año pasado en el mismo periodo.
En ese contexto se requiere un esquema financiero novedoso y flexible que les permita adquirir vivienda a los migrantes.
Michoacán tiene grades rezagos en su economía y muchos conflictos sociales.
La entidad va tarde, se están generando grandes cambios en el país, nuestro estado necesita urgentemente entrar a la transformación y ser parte de este gran proyecto que lidera el presidente AMLO.
El legislador michoacano, oriundo de la tierra de la guitarra señaló que “soy un michoacano que ama a su región y está listo para asumir las tareas que la gente de mi estado me pida con el firme propósito y el objetivo de que de una vez por todas salgamos adelante, abandonar el rezago y comenzar la transformación que nos ponga a lo vanguardia de los estados que marcan la pauta en el país”.
