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OPINIÓN. “El Planeta nos implora a vivir sin plásticos: Sí podemos lograrlo”. Por Oscar Vélez Ruiz Gaitán

Por OSCAR VÉLEZ RUIZ GAITÁN*

Estimada Comunidad: dedicamos este espacio a la reflexión respecto al impacto de los plásticos en el medio ambiente, pues de acuerdo con la ONU: “si no emprendemos acciones para disminuir y erradicar su consumo, al año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos”, calculándose más de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos acumulados en todo lo “azul” del Planeta; más que preocupante, alarmante ¿no lo creen?

Desde el año 2018, las Naciones Unidas lanzaron la campaña ‘Sin Contaminación por Plástico’, invitándonos a que la reducción y eliminación del plástico en nuestra vida diaria sea una realidad, de lo contrario seguiremos afectando nuestra salud, a la biodiversidad (principalmente marina), y a la Madre Tierra.

Es importante resaltar que, los plásticos existirán más años que nosotros pues su desintegración demora desde 100 años (bolsas), 500 años (envases o botellas), hasta 1000 años (otros plásticos), convirtiéndose en los residuos que más tardan en desaparecer y por ende los que más impactos causan en la Naturaleza y a lo largo de nuestra vida.

Sabemos que el reto es complejo ya que desde los años 50’s, la producción de plásticos ha superado la de cualquier otro material, y la mayoría de los productos están diseñados para ser descartados después de un solo uso, lo que ha provocado que los plásticos representen más de la mitad de los residuos desechados alrededor del mundo, urgiéndonos hoy más que nunca a eficientar y mejorar su gestión (manejo) integral desde su origen hasta su destino final. Parece difícil, pero no es un reto imposible de superar si todos colaboramos en lo individual y colectivamente.

OJO: “cinco billones de bolsas de plástico se utilizan cada año y un millón de botellas de plástico son compradas cada minuto, y la producción de plásticos aumentó a un 900% al año 2020 con respecto a los niveles de 1980, tanto así que para 2030 podríamos estar produciendo 619 millones de toneladas de plástico al año”. Esto es muy alarmante pues la generación de éstos continua a un ritmo sin control, no obstante, el mundo y los mercados se rigen por la ley de la oferta y la demanda, de tal manera que, si hay menor demanda de plásticos y exigimos su sustitución con otros materiales ecológicos, biodegradables, amigables y respetuosos con el medio ambiente, se producirán menos plásticos hasta el punto de erradicarlos. ¡Todos debemos contribuir y formar parte de este importante y urgente cambio!

Cabe añadir, que anualmente se utilizan aproximadamente 1,6 millones de barriles de petróleo para la producción de bebidas embotelladas, y los procesos para su elaboración requieren gran cantidad de energía, lo que no solo repercute en el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como el bióxido de carbono (CO2) que contribuyen a la crisis climática, sino también, en un aumento de la contaminación ambiental impactando la salud, el equilibrio ecológico y la calidad de vida. Por esto y más, también debemos dejar de consumir este tipo de productos y usar nuestras propias botellas, envases o termos en lugar de ser cómplices y seguir comprando envases plásticos.

Ojalá que estos datos duros nos hagan reaccionar pues desafortunadamente, con base en el último informe de la ONU, y, a pesar de los esfuerzos colectivos a nivel mundial para reducir la producción de los plásticos, alrededor de 13 millones de toneladas de basura plástica son depositadas cada año en los océanos, y se calculan de 5 a 50 billones de microplásticos (esos fragmentos diminutos que no podemos ver) que se acumulan en las especies marinas, materiales los cuales llegan hasta nuestros platos cuando consumimos productos del mar, dañando nuestra salud y poniendo en riesgo la vida, por nuestra misma irresponsabilidad. Paralelamente, los plásticos provocan la muerte -innecesaria, evitable- de un millón de aves marinas y de 100.000 mamíferos marinos al año, porque no diferencian entre aquellos y su alimento natural. 

Esta problemática está incrementando por la falta de consciencia, de educación, de civismo y de cultura tanto de la gente que arroja sus residuos en las ciudades, áreas verdes, ríos, etc., como de quienes abandonan su basura en las playas, por lo que la prohibición de la producción, comercialización y distribución de plásticos no es suficiente para combatir el problema de raíz. Luego entonces, es menester que nos reeduquemos, seamos conscientes y dejemos de tirar basura, que reciclemos y/o reusemos los productos que utilizamos y repensemos la forma en que consumimos (no sólo plásticos), de lo contrario, el medio ambiente donde vivimos, los seres vivientes con los que cohabitamos el Planeta y nuestra calidad de vida seguirán resultando perjudicados.

Si bien el plástico ha estado omnipresente en tan solo unas décadas, encontrándolo en todo tipo de envases, productos, ropa, en los ingredientes de cosméticos y multitud de utensilios, no significa que no podamos dejar de utilizarlo. De hecho, como consumidores, tenemos el deber de exigir la elaboración de “bioplásticos” que se pueden obtener a partir de las plantas y las bacterias fabricados con polímeros como el almidón, colágeno y el ácido láctico, entre otros. La ventaja de los “bioplásticos” es su permanencia en el ambiente, o sea, que se degradan en un periodo de tiempo mucho más corto, en no más de 24 meses.

Resulta esperanzador que a nivel mundial estén surgiendo esfuerzos para reducir el uso de plásticos y erradicar su producción: algunos supermercados les cobran a sus clientes las bolsas plásticas, y en ciertos sitios se utilizan bolsas biodegradables o bolsas de tela; algunas comunidades y negocios han decretado una prohibición en el consumo de plásticos tales como agua embotellada y bolsas de plástico, incentivando o invitando a usar otro tipo de materiales o productos amigables con el ambiente; la idea, más allá de la prohibición, es motivar a las personas a dejar de utilizar los plásticos.

Para reducir la cantidad de desperdicios se necesita que los gobiernos promulguen políticas públicas transversales que estimulen un modelo más circular de diseño, producción y consumo de plásticos; todo el mundo tiene que estar involucrado y los gobiernos deben tener la visión para desarrollar acciones con la sociedad, mejorando, por ejemplo, los sistemas o planes de manejo de residuos, e introducir incentivos financieros para cambiar los hábitos de los consumidores y los fabricantes.

En India, por ejemplo, están utilizando platos comestibles. En vez de tener un plato plástico que termina en la basura y en los mares, tienen uno que se puede comer y que, si no se come, al menos se biodegrada. Otro caso de éxito: la empresa Dell ha declarado que quiere que sus empaques sean 100% libres de plásticos y que actualmente están en el 94%, por lo que han utilizado materiales de trigo, cartón y bambú para abandonar el polietileno, y ahora está experimentando con un tipo de material conocido como “Mycofoam”, que puede cumplir la misma función y que proviene de los residuos agrícolas: se trata de residuos vegetales que se juntan y expanden utilizando ‘micelio fúngico’, es decir, la parte vegetativa de los hongos, que se separa como hilos y luego se seca. La empresa actuó también en respuesta a los clientes que se quejaron sobre la dificultad para deshacerse de los empaques, emprendiendo así buenas prácticas corporativas alineadas con la ‘responsabilidad social’.

En Bali, dos adolescentes llevaron a cabo una campaña de cuatro años para persuadir a las autoridades de prohibir las bolsas de plástico, y el Gobierno finalmente se comprometió con su eliminación progresiva en 2018. Del mismo modo, en Nueva Zelanda, unos estudiantes solicitaron al Gobierno imponer un impuesto a las bolsas plásticas en los supermercados, y recibieron el apoyo público de alcaldes de todo el país para lograrlo.

En México también llevamos varios avances como en Quintana Roo, en la CDMX, en Oaxaca, y otras entidades y localidades donde ya se han impulsado y aprobado iniciativas para prohibir la producción y comercialización de plásticos de un solo uso, y en algunos establecimientos del sector servicios se ha suprimido la entrega de plásticos como popotes, desechables, entre otros, y también se ha incentivado a la población a que usen bolsas de tela, termos u otro tipo de productos para reducir y evitar los plásticos, al tiempo que los fabricantes también se han sumado a combatir la problemática elaborando nuevos plásticos biodegradables y/o amigables con el ambiente. Al final, las buenas prácticas, Todo Suma!

La presión social, por conducto de consumidores informadores, puede desencadenar el cambio tanto entre los políticos como entre los fabricantes, y eventualmente ayudar a reducir y combatir la contaminación por plásticos. Todos hemos de formar parte del cambio que anhelamos a favor de la vida y del Planeta.

No olvidemos que todo cambio de hábitos, de conducta, radica en la consciencia y en la educación de cada persona. En la actualidad hay cinco islas de basura formadas en su mayoría por plásticos: una en el Océano Índico, dos en el Atlántico (Norte y Sur) y dos en el Pacífico (Norte y Sur), las cuales surgieron a partir de nuestro modus vivendi insostenible que debemos modificar ya.

¿Qué otras cosas podemos hacer? Limpiemos nuestros océanos pues son los pulmones de nuestro planeta, los que generan la mayor cantidad del oxígeno que respiramos, además de que capturan 5 veces más CO2 que los bosques, sin embargo, ¡el plástico los está ahogando! Sumémonos a las campañas: #SinContaminacionporPlasticos #UnDiaSinPlasticos, #SoyCeroPlastico, #OnePlasticLess, #PlasticFree, etc.

Finalmente, cada uno de nosotros tenemos el poder de cambiar la manera en la que utilizamos los plásticos y hay que guiarnos por la idea de que “si no podemos reusarlo, hay que rechazarlo”. Reusar o reciclar nos toma 2 segundos; emprendamos también las siguientes acciones:

  • Evitemos plásticos de un solo uso como popotes, pitillos, cubiertos, platos y vasos.
  • Solicitemos a los proveedores de servicios (como restaurantes, hoteles, etc.) que sustituyan los plásticos por productos ecológicos y amigables con el ambiente.
  • Evitemos comprar productos con demasiados empaques plásticos.
  • Utilicemos menos bolsas plásticas, y las que usemos, reutilicémoslas.
  • Cuando pidamos servicio al domicilio, solicitemos que no traigan cubiertos ni vasos plásticos.
  • Eduquémonos y pasemos el mensaje a nuestros conocidos sobre la crisis del plástico para que se sumen a combatirla.
  • Separemos adecuadamente los residuos orgánicos e inorgánicos donde quiera que estemos para fomentar y facilitar su reciclaje y aprovechamiento y reducir la contaminación.

No está demás compartir la apremiante noticia que desde el 2022 las Naciones Unidas aprobaron una resolución histórica para acabar con la contaminación por plásticos por medio de un acuerdo internacional jurídicamente vinculante a entrar en vigor en 2024. Exhortemos a nuestras naciones de la región latinoamericana para que suscriban y ratifiquen dicho instrumento e implementen las medidas y las acciones necesarias de la mano de todas las partes involucradas para combatir colaborativamente y solucionar en equipo la problemática en cuestión. Hagamos de todos los días ¡Un Día Sin Plásticos! Que los plásticos no nos superen, venzamos nosotros a los plásticos.

Juntos podemos trazar el camino hacia un mundo más limpio, sano, verde y sostenible; rompamos nuestra relación con los plásticos en pro de la vida en la Madre Tierra, no esperemos al mañana, ¡hagámoslos ahora, pues el Planeta nos implora a vivir sin plásticos, y, SÍ PODEMOS LOGRARLO!

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*Oscar Vélez Ruíz Gaitán. Es Maestro en Políticas, Gestión y Legislación Ambiental, así como en Gestión Ambiental y Energías Renovables, Especialidad en Política Energética y Gestión Ambiental, y Licenciatura en Relaciones Internacionales. Consultor Educador y Periodista sobre temas ambientales y sociales. Fundador y Director de Revive México A.C. Activista por el Medio Ambiente y los Derechos de la Madre Tierra, los Derechos de los Animales y los Derechos Humanos; Líder y Coordinador de Campañas Ciudadanas, y Facilitador/ Gestor de alianzas y de redes de trabajo multiactor y multisectoriales.

Para una comunicación directa:

@ReviveMexicoAC

oscarvrg@hotmail.com

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