Por JUAN ADOLFO MONTIEL HERNÁNDEZ*
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que en nuestro país ejercemos un sistema político de división de poderes, siendo tres los que encabezan: Poder Ejecutivo, Legislativo y el Judicial.
El Poder Ejecutivo se elige por medio del voto popular de la ciudadanía y quien tiene la votación de la mayoría de la población es quien encabeza ese poder, cuya facultad es nombrar a todo el gabinete del órgano central y paraestatal que comprende la administración pública federal.
El Poder Legislativo también se elige a través del sufragio, por medio de diferentes fórmulas, el voto directo e indirecto, este último como en el caso de los plurinominales, pero con ambos se determina a quienes conforman la Cámara de Diputados que es la representación del pueblo y quien estará en la Cámara de Senadores, quienes representan a las entidades federativas en el Poder Legislativo.
Y un tercer poder es el Poder Judicial, encargado de la correcta aplicación de las leyes, de la impartición de justicia y quienes, a través de una serie de mecanismos de nombramientos por medio de los otros dos poderes, el Ejecutivo y Legislativo, son quienes encabezan este Poder Judicial representado por ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A través de la historia política de la humanidad se ha cuestionado si este tercer poder puede ser electo de manera popular. La historia nos refleja que no ha sido siempre lo mejor, ya que el tener mayorías autoritarias que controlen los tres poderes se convierten en mayorías sin generar consensos y sin un contrapeso o control del poder político.
Es por eso que el Poder Judicial es un control hacia los otros dos poderes y teniendo el control constitucional mediante el cual verifica que las normas que emiten los poderes Legislativo y Ejecutivo estén acordes a la Constitución, por tal motivo el Poder Judicial hace un papel de control, pero también de revisión constitucional de las normas evitando con ello arbitrariedades o autoritarismo mayoritarios.
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* Juan Adolfo Montiel Hernández. Es licenciado en Derecho por la UNAM; Maestro en Ciencia Política por la UVAQ. Doctorante en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por el Instituto Iberoamericano de Derecho Electoral. Profesor en diversas universidades de Michoacán. Su experiencia laboral la ha desarrollado en el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán, el Instituto Nacional Electoral y en el Tribunal Electoral del Distrito Federal. Actualmente en consejero en el Instituto Electoral de Michoacán (IEM)
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