La Página
Morelia, Michoacán.- En una nación plenamente democrática no basta sólo contar con el derecho al voto, pues se tiene que llevar al ámbito de la práctica diaria la equidad y la paridad, en todos los ámbitos de desarrollo.
Así coincidieron en señalar la Magistrada Presidenta Yolanda Camacho Ochoa y los Magistrados José René Olivos Campos y Salvador Alejandro Pérez Contreras del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM), al celebrar una jornada de cine-debate en este órgano jurisdiccional, en el marco de la conmemoración del 66 aniversario del reconocimiento del derecho al voto de la mujer en México.
La Magistrada Presidenta Yolanda Camacho Ochoa puntualizó que la historia del voto femenino en México ha recibido muy poca atención pese a ser tema clave de la historia de la democracia, más si se toma en cuenta que con su aprobación se puso a nuestro país al nivel de otras naciones, en las que ya las mujeres gozaban de igualdad ciudadana muchos años antes.
El Magistrado José René Olivos Campos destacó que actualmente para acceder al poder y ocupar cargos públicos se reconoce la paridad de género. Señaló también que existe un gran avance en el reconocimiento y defensa de los derechos humanos, pero sería mayor si se reconoce la equidad, pues hay muchas violaciones flagrantes en todos los ámbitos. Hay que garantizar ese derecho.

Finalmente, al hacer uso de la voz, el Magistrado Salvador Alejandro Pérez Contreras señaló que el tema de la paridad corresponde a una reforma constitucional que se pondrá en práctica, pero se tienen que replantear otro tipo de aspectos que conllevan a la mujer en la toma de decisiones, “para que ambos géneros asumamos las responsabilidades y arrojemos los resultados que la sociedad exige. Vamos por una democracia participativa, no sólo del voto, sino de deliberación a través de la información”.
Las sufragistas (2015, Estados Unidos) es una historia sobre los primeros movimientos feministas, en donde una joven luchadora de la clase obrera, es explotada desde niña. Al ver que su protesta de manera pacífica no tiene resultados, decide radicalizarse hasta el punto de utilizar la violencia para forzar el cambio y conseguir el derecho al voto. En su lucha por la dignidad y la de sus compañeras, la joven no pondrá solamente en riesgo su trabajo, su familia y su hogar, sino también su propia vida.
Al término de la exhibición de la película, las y los asistentes comentaron sobre esta temática, en un debate moderado por la Coordinadora de Género y Derechos Humanos del TEEM, Marisol García Martínez, y los tres magistrados integrantes del pleno del TEEM.
