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“Rebelión en los gallineros y piaras electorales”. Por Mario Ensástiga Santiago

Por MARIO ENSÁSTIGA SANTIAGO*

Con cierto morbo político esperaba las reacciones y efectos inevitables de las firmas de los convenios de Coalición Electoral de las cúpulas partidarias de cara al 6 de junio en Michoacán, así es, era bastante previsible manifestaciones de inconformidad contenidas, airadas y de ruptura de las bases y militancia de los distintos partidos políticos, particularmente en aquellos que ilusamente trabajaron por más de un año, para intentar acceder a un espacio de representación popular en las próximas elecciones.

El predominante pragmatismo salvaje electoral, atropella tiempos y procedimientos democráticos de consulta a las bases para obtener certeza, legitimidad, validez y fuerza política y no generar ambientes de división interna; los discursos y compromisos programáticos, ideológicos y políticos, en realidad pasan a un segundo o tercer plano, nadie, ni las autoridades políticas y electorales las revisan a fondo, por lo que lamentablemente son puro rollo ideológico y político para respaldar y darse una imagen pública de marketing de que hay proyecto y visión de futuro para la entidad.

Los convenios de coalición entre partidos no siempre son suficientemente coincidentes, incluso en no pocas experiencias se hacen con los enemigos de clase, en México, América Latina y en el mundo sucede a distintos niveles de civilidad democrática o de la más brutal barbarie, estas experiencias, en Michoacán está el caso del PRI, PAN y PRD, no son experiencias aisladas, inéditas y ajenas a nuestra experiencia histórica.

Baste echarle un ojo a las interesantes series de Netflix, la danesa Borgen y la gringa House of Cards, para darse cuenta como mascan las iguanas políticas en otras realidades y latitudes del primer mundo, ni más ni menos, sucede más lo mismo que aquí, los compromisos económicos y políticos de personas, grupos económicos, delincuencia, droga y los grandes intereses de empresas nacionales e internacionales; la visión del marketing y mercantilismo político van por delante de todo, encuentros, lealtades, traiciones y hasta asesinatos, todo por alcanzar el poder.

Cómo quiera que sea, en Michoacán éste proceso se está viviendo intensamente, los efectos negativos que han generado las firmas de coaliciones electorales sin consulta adecuada a las bases, han provocado como previsiblemente estaba señalado, muchas manifestaciones de inconformidad de cuadros estatales, intermedios y locales inconformes, casos que incluso en extremo han decidido abandonar las filas de su partido, como en el caso que del PAN, PRI Y PRD, de manera particularmente los y las que trabajaron por casi un año para lograr una candidatura; la ciudadanía que pareciera no estar atenta e interesada, si se da cuenta y definitivamente repercutirá en la confianza y decisión a la hora de depositar su voto, tiempos difíciles para conservar los principios y valores ideológicos y políticos que públicamente externamos en cuanto podemos.

En relación a MORENA, la nominación del profesor Raúl Morón Orozco como candidato a la gubernatura provocó inconformidades, los casos más notables han sido los de Cristóbal Arias Solís y Juan Pérez, el primero de carácter temperamental  lo ha llevado ha convertirse en el candidato del nuevo partido Fuerza por México, sin mayores posibilidades reales de ganar, además disminuida por la inconformidad del conocido líder transportista José Martínez Pasalagua; el profesor Juan Pérez Medina propuso conformar un frente opositor a la candidatura de Raúl Morón, obvio sin obtener respuesta alguna, mal para ellos; grandes políticos de mi mayor respeto, no entiendo por qué no entienden que eso los desprestigia y margina de las grades decisiones políticas y económicas que se van a tomar en los próximos meses y años sobre el presente y futuro del desarrollo y bienestar de nuestro querido Michoacán.

En el PAN definieron cupularmente la candidatura a la presidencia municipal de Morelia, de Alfonso Martínez Alcázar, ex presidente municipal de la capital,  ello provocó que personajes como Miguel Ángel Villegas que trabajó visiblemente de manera intensa con grandes espectaculares, actividades en colonias y tendencias y dedicándole todo un tiempo para hacer el candidato a la presidencia municipal Morelia, sin embargo la cúpula nacional literalmente lo batearon, es un político joven que en lo particular me parece sano, entregado y honesto, esta situación lo llevo a renunciar al PAN.

En el PRI y PRD igualmente, destaco las más importantes del dirigente Antonio Soto Sánchez que aspiraba a que lo consideraran para la gubernatura de Michoacán, sin embargo nada, se ha manifestado airadamente sin llegar a renunciar o a algo que le parezca; el nuevo partidos de Redes Sociales que comanda en Michoacán el elbista gordillo  Juan Manuel Macedo Negrete, igualmente con inconformidades internas, en fin, se van definiendo candidaturas federales y ahora diputaciones locales y ayuntamientos, por lo que previsiblemente la rebelión de los gallineros y piaras electorales continuará, haber hasta donde.

Insisto, son tiempos para reivindicar los valores y principios morales y éticos del quehacer político, para los que estamos convencidos de que el país necesita y le urge el avance de la 4t, no nos podemos limitar al manido discurso de no mentir, no robar y no traicionar, es necesario ir más allá, hacer una política de nuevas formas y estilos de relacionarse con la gente, en estas campañas establecer contactos más humanos y civilizatorios, campañas más centradas en los sujetos sociales y políticos de las transformaciones y no mirar a la gente como simples objetos votantes, hay que ir mucho, mucho más allá;  campañas que dejen las prácticas tradicionales, es necesario dotarlas de nuevos elementos de comunicación y educación, talleres, sociodramas, debate, conversatorios, eventos artísticos culturas y deportivos, concursos de baile y canto, uy hay tanto que se puede hacer o por lo menos intentar, diseñar y realizar eventos de proselitismo electoral de otra manera para combatir la indiferencia política de la gente en todo lo que tiene que ver con la cosa pública.

Debemos superar el enfoque “funcionalista” clásico, tradicional de la comunicación masiva, del marketing político enfocado a vender información que comunicar y educar, se requiere una comunicación desde la dimensión ético política, pública, plural y socializante de los contenidos, intereses, aspiraciones, valores, identidades, mitos, costumbres, anhelos, etc. de los diversos sectores de la sociedad. 

El sujeto principal de atención son los sectores populares, diría AMLO “por el bien de todos, primero los pobres”, que deben ser los sujetos primordiales a organizar en la perspectiva de nuevo proyecto de Nación de la 4t. 

No basta “trasmitir”, “comunicar” “divulgar” o “depositar” informaciones de lo que se propone, los resultados están a la vista la lógica “pueblo- receptor-pasivo”, modelo tradicional de comunicación que corresponde a lo que el gran educador popular brasileño de la teología de a liberación, Paulo Freire, que  llamó en su momento a este tipo de comunicación la “comunicación bancaria”; se trata sin renunciar a ningún aporte válido de carácter tecnológico o metodológico, buscar que la verdadera participación protagónica de los sujetos populares, en su clásico sentido de “clase social”.

Finalmente veremos cómo van a salir cada partido del “tianguis electoral” ahora instalado, ojalá y no compren caras las adhesiones y candidaturas baratas, en realidad no hay verdaderos liderazgos sociales y políticos como en otras décadas, de organizaciones sociales, civiles y gremiales, los que se ostentan como tales son muy tradicionales y ejercen más jefaturas políticas clientelares, asistencialistas y populistas que auténticos liderazgos políticos, que haya estadista, es pedir demasiado. 

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* Mario Ensástiga Santiago. Es ingeniero por el IPN, además de realizar estudios en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y una maestría en Desarrollo Urbano. Ha militado en la izquierda durante 45 años. Fue secretario ejecutivo del Centro de Desarrollo Municipal (Cedemun) y asesor de diversos gobiernos municipales.