Por MARIO ALEJANDRO HERNÁNDEZ DURÁN*
La figura de “revocación de mandato”, promovida durante muchos años por diversos partidos políticos -principalmente de oposición a los gobiernos en turno-, ya es una realidad a nivel nacional y está previsto que el presidente Andrés Manuel López Obrador se someta a la decisión popular en el 2022 pero ¿qué hubiera pasado si en Michoacán hubiera existido este procedimiento ciudadano? Si las circunstancias se hubieran mantenido igual que ahora, Silvano Aureoles Conejo hubiera sido echado del gobierno, al igual que el alcalde moreliano, Raúl Morón Orozco.
De acuerdo con la casa encuestadora Consulta Mitofsky, a finales del 2019, Aureoles Conejo se ubicó como el gobernador peor evaluado del país con una calificación de 12.4 por ciento, por debajo de mandatarios como el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco del estado de Morelos y sus avances eran ínfimos, como el registrado antes de concluir el año, al pasar al 13.5 por ciento.
Fue con la aparición y desarrollo de la pandemia del Covid-19 en México que Aureoles Conejo logró escalar posiciones; sus constantes apariciones en medios de comunicación y una intensa campaña en redes sociales –combinado con un severo golpeteo contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador- le permitió avanzar de forma sustancial y posicionarse en julio en el lugar 24 y pasar de la categoría de aprobación “Muy baja” a “Media” al obtener el 36.3 por ciento y ser considerado el mandatario con “mayor crecimiento” en cuanto a la aprobación se refiere, aunque se mantiene muy por debajo de sus homólogos como el Ejecutivo de Yucatán, Mauricio Vila que tiene un 67.7 por ciento de aprobación.
En comparación con Andrés Manuel López Obrador, Silvano Aureoles se mantiene muy por debajo, ya que aún con su incremento (36.3%), la aprobación del Presidente es de 51.9, la más alta desde el inicio de la pandemia y que lo llevó en su peor momento a 46.2 por ciento de aprobación.
Al igual que el mandatario michoacano, la aprobación del presidente municipal de Morelia y aspirante a la candidatura de Morena al Gobierno de Michoacán, Raúl Morón Orozco, es reprobatoria, ya que los resultados de Consulta Mitofsky lo ubican en el lugar 71 de 100 alcaldes evaluados obteniendo un 34.5 por ciento, que lo sitúan por debajo del promedio que es de 45.7. María Itzé Camacho, alcaldesa del municipio de Lázaro Cárdenas, fue la edil michoacana mejor evaluada al obtener 57.8 y la única por encima del 50%, calificación que resulta difícil de comprender, si se toma en cuenta que el puerto michoacano ha sido el más afectado por la pandemia de Covid-19.
Seguramente si ambos gobernantes se hubieran tenido que someter a la revocación de mandato quizá hubieran tomado decisiones distintas para posicionarse mejor ante el electorado y garantizar su permanencia en el cargo, eso no lo sabremos, pero de lo que sí tenemos certeza, es que la mayor parte de la ciudadanía reprueba sus administraciones.
En algunos años sabremos con mayor certeza si contar con la revocación de mandato –por el momento solo para Presidente de la República y Gobernadores- fue una buena decisión o, por el contrario, esta figura genera riesgos innecesarios para la estabilidad política del país y de las entidades federativas. Por lo pronto, a nivel nacional, muchos gobernadores que hoy serían echados de sus cargos, ven con simpatía que el Presidente Obrador enfrente en el 2022 este instrumento de democracia participativa.
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*Mario Alejandro Hernández Durán. Es licenciado en Periodismo y Licenciado en Derecho. Maestro en Derecho de la Información y doctorante en Derecho. Tiene 25 años de experiencia en medios de comunicación. Fue director de la Facultad de Periodismo de la UDEM; coordinador de Comunicación Social en el Congreso del Estado; subdirector de Radio en el SMRyTV; además de académico en diversas universidades.
