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“Viernes de Película”: El Nombre de la Rosa. Por Andrés

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Por JUAN ANDRÉS NÚÑEZ LÓPEZ

“Al haber alcanzado el final de mi pobre vida de pecador, mi cabello ahora blanco, me preparo para dejar en este papel mi testimonio, sobre los eventos asombrosos y terribles de los que fui testigo en mi juventud, en el año de Nuestro Señor, 1327. Que Dios me conceda la sabiduría y gracia, para ser el leal narrador de los acontecimientos que tuvieron lugar en una abadía remota, en el oscuro norte de Italia. Una abadía de la cual omitir su nombre parece, incluso ahora, piadoso y prudente” – Adso de Melk.

El Nombre de la Rosa, basada en el libro del mismo nombre, escrito por Umberto Eco; es una película llena de detalles. Si tuviera que elegir una única palabra para describirla, sería “atmósfera”. Esto mismo es un aspecto muy importante en las películas. Creo que una buena película debe construir una excelente atmósfera. El Nombre de la Rosa te convence de que los eventos que toman lugar, se desarrollan en la Edad Media. Al inicio de la película se muestra a los dos personajes principales recorrer, por caballo y burro, un extenso paisaje rodeado de colinas. En estos primeros cuadros, la toma se abre y podemos admirar algunas montañas a lo lejos. Mientras tanto, es casi perceptible el frío que transmiten estas imágenes. Cuando los protagonistas, William de Baskerville (interpretado por Sean Connery) y su aprendiz, Adso de Melk (Christian Slater), llegan a su destino, la Abadía se muestra enorme e imponente. Al recorrer el camino de tierra cubierto por nieve y llegar a las puertas de la Abadía, son recibidos por los hermanos benedictinos, los cuales transmiten, un aire de absoluta seriedad.

“Que mi mano no tiemble, ahora que comienzo a recordar el pasado, y a revivir los sentimientos de ansiedad que oprimían mi corazón, cuando entramos a las almenas” – Adso de Melk.

Esta es una de mis escenas favoritas y es excelente que sea la escena que abre la película. Nuestros protagonistas caminan, guiados por los hermanos benedictinos, lo que parece ser el patio principal de la abadía. Como espectadores, podemos ver a otros hermanos, locales, realizando diversas tareas, como jardinería y herrería. Queda claro que es un lugar de adoración y de trabajo; pero al mismo tiempo se respira un aire frío, callado y de cierta manera, sombrío. Esto es constante durante el resto de la película. Podemos ver el detalle medieval en los dormitorios de los hermanos, una iglesia donde oran y celebran la Misa, un aula de estudio, los establos, los baños, y la librería de la abadía, entre otros.

Los monjes de la Orden de San Benito llevaban una vida estricta de contemplación (silencio mental).

El día comenzaba muy temprano (a las 4:00 de la mañana, aproximadamente). Además de la adoración, lectura, copiado e ilustración de libros, los monjes también trabajaban físicamente. Dependiendo de la época del año, dedicaban entre seis y ocho horas al trabajo, tres horas y media a rezar y el mismo tiempo a estudiar. El resto del día se utilizaba para descansar y dormir.

Todo esto es fielmente retratado en la película. Se nos muestra a los hermanos benedictinos llevar a cabo diferentes tareas de monjes, como estudiar, celebrar misa, rezar y cantar en adoración. Lo cual consigue cubrir con mayor realismo la ambientación de la época en la que se desarrollan los eventos de la historia.

El Nombre de la Rosa es principalmente una historia de misterio y drama, detectivesca. Al inicio, la abadía se encuentra de luto tras la muerte misteriosa de uno de sus miembros. Al llegar al lugar, William de Baskerville, monje Franciscano, acompañado de su aprendiz Adso, se percata inmediatamente y se pone por objetivo descubrir el misterio y despejar las sospechas de los hermanos acerca de la presencia del Diablo en la abadía y el advenimiento del fin del mundo. William es un hombre mayor, pero famoso por sus conocidos al ser bastante ágil de mente, analizador, y sabio, siempre confiando plenamente en sus habilidades mentales y sus deducciones lógicas. Al avanzar en sus investigaciones, otros hermanos en la abadía son asesinados y el progreso de William es entorpecido gracias a la indiferencia de los hermanos de mayor rango en la abadía, que se niegan a creer en las indagaciones de William y al contrario, insisten en que los asesinatos recientes son obra del Diablo.

“Sin importar las consecuencias, para él mismo o para cualquier otro, William de Baskerville siempre debe probar que tiene la razón”. – Ubertino da Casale.

Esta historia también está cargada de detalles acerca de la Iglesia Católica. Se nos muestran las diferencias entre dos órdenes católicas con misiones diferentes, Los Franciscanos, orden a la que pertenecen nuestros protagonistas, y por otro lado, La Orden de San Benito.

Un poco después de la mitad de la película, se lleva a cabo un debate entre los miembros de la Orden Franciscana y por otro lado, los representantes del Vaticano. El tema a debatir es uno muy interesante: La pobreza, o riqueza de la Iglesia. He escuchado a algunas personas que opinan que esta película es anti catolicismo; pues nos muestra la corrupción que puede existir dentro de la Iglesia, así como un lado sombrío y malvado de algunos miembros de la Iglesia; también en algunas imágenes de la Inquisición en acción. Yo, personalmente, no estoy de acuerdo. De hecho, creo que es lo contrario, ya que a su vez, muestra varios aspectos muy positivos de la Iglesia, como lo es el personaje de William, que es creyente de Dios, pero se niega a caer ciegamente y sin sustento en lo mismo que creen el resto de hermanos. Podemos ver, también, el mismo debate entre Franciscanos y los representantes del Vaticano; en el que los hermanos franciscanos defienden la idea de que la Iglesia debe despojarse de sus riquezas. Al final del día, después de ver esta película por primera vez hace algunos años, terminé con mayor interés en la larga historia de la Iglesia Católica. Lo cual me llevó a investigar más al respecto, con mucha curiosidad.

La actuación de Sean Connery como William de Baskerville es excelente y los actores de reparto también realizan un buen trabajo, entre los que se debe hacer mención especial de Ron Perlman, que entrega el que para muchos, es su mejor papel hasta ahora, como el jorobado Salvatore, el hereje que habla varias lenguas, y ninguna, a la vez. De igual manera tenemos a Murray Abraham en el papel del firme Inquisidor, Bernardo Gui, uno de los antagonistas de la historia, que vivió en la vida real.

El Nombre de la Rosa tiene un ritmo, o velocidad, que se podría considerar “divertido”, al avanzar. Los eventos que se desarrollan, uno tras otro, van aumentando la intriga y el suspenso de una manera satisfactoria, que poco a poco genera una sensación de curiosidad, en espera del desenlace, que llega de manera satisfactoria y deja un muy buen sabor de boca. Todo acompañado de la genial banda sonora de James Horner. El director Jean-Jacques Annaud logra combinar todas estas características y nos entrega una película divertida, emocionante y satisfactoria. Por lo que me siento con mucha confianza de recomendarla a todo el mundo en este Viernes de Películas.

Géneros: Drama, suspenso.

Clasificación: B-15. Violencia, sexo y desnudez.

Duración: 130 mins.

Director: Jean-Jacques Annaud.

Países: Francia, Italia.

Idiomas: Inglés, latín.

La puedes encontrar en: Claro Video MX: https://www.clarovideo.com/mexico/vcard/homeuser/El-nombre-de-la-rosa/758209

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*Juan Andrés Núñez López. Es un estudiante Nicolaita. Desde muy joven ha tenido interés en el cine, la tecnología y los videojuegos. Actualmente estudia Ingeniería en Computación y hace crítica aficionada de cine, con el objetivo de observar, aprender y recomendar.

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