Redacción/La Página
Morelia, Michoacán.-Una representación aglutinante de las distintas ofrendas de Día de Muertos de las regiones michoacanas, integra el tradicional Altar Monumental, instalado sobre la Cerrada de San Agustín de la ciudad de Morelia. Para confeccionarlo se ocuparon doscientas mil flores y abarca una extensión de 180 metros cuadrados.
La noche de este jueves quedó expuesto al público después de tres días de trabajo coordinado por el diseñador Baltasar López Sámano. “El altar tiene los cuatro elementos: agua (poniente), aire (norte), tierra (sur) y fuego (oriente). Está montado en cuatro niveles que significan las épocas del año y las etapas de la vida: nacimiento, juventud, madurez y vejez”, indicó el artista.
Con los conceptos utilizados se pretende “jugar entre las tradiciones prehispánicas y lo porfiriano”, aclaró el autor, por eso los visitantes pueden apreciar las figuras de catrinas, mariachis y hasta una escultura de papel maché con temática del cine que mide 4 metros de altura.
Durante un recorrido realizado con motivo de la inauguración del Altar Monumental, montado en coordinación con la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), Raúl Olmos Torres, director de Promoción y Fomento Cultural de la dependencia, destacó la labor que está haciendo el gobierno municipal en cumplimiento del objetivo pro rescate de las tradiciones autóctonas.
En representación del Ayuntamiento local, Enrique Rivera Ruiz el secretario de Turismo municipal, enfatizó el esfuerzo de varias instancias para colocar de forma simultánea los altares en la Calzada Fray Antonio de San Miguel, un panteón en la Plaza de Armas y otros más en las inmediaciones del templo de San Agustín.
En el altar aledaño al Portal Hidalgo, se encuentra en primer lugar una catrina, más adelante un torito de petate, un catrín, un mariachi guitarrista, la revolucionaria arrebozada, un viejito con el atuendo de la tradicional “Danza de los viejitos y, un músico maraquero y, la figura del realizador de cine que sostiene una cámara de 16 milímetros.
Los recursos invertidos para su instalación ascienden a los 100 mil pesos, pero lo más importante es “el invaluable trabajo humano ejercido por colaborados quienes ayudaron a hacerlo de manera gratuita”, comentó el autor.
Insistió en que la ofrenda pretende mostrar las distintas visiones de las familias para recordar a sus muertos. “No se puede hablar que en Michoacán haya un altar único, porque sus elementos cambian y se ajustan a las costumbre locales de cada pueblo hasta depende de la economía familiar. Hay mucha comida con maíz, azúcar, frutos y atoles representativos de la gastronomía, así como la alegoría del papel de colores que es indispensable para decir que festejamos a la muerte, la veneramos y no le tenemos miedo”.